Algo muy importante que todos debemos saber a
la hora de crear riqueza, es que existe una gran diferencia entre lo que
representa el dinero en nuestras vidas y lo que representa Dios en nuestros
corazones.
Recuerda que los momentos más bellos de esta
vida nacen de aquellos sentimientos que sentimos del amor, la paz, la
felicidad, la plenitud, los cuales irradiamos a medida que vayamos trabajando
en ellos para nutrir y fortalecer nuestro Ser Espiritual.
En esta vida terrenal hacemos uso del dinero
para satisfacer nuestras necesidades y para cumplir muchas metas y objetivos
que nos trazamos a lo largo de nuestras vidas. Lo usamos como un medio de pago
y una fuente de oportunidades para conseguir aquello que necesitamos o deseamos.
El “tener” dinero es necesario, pero el “ser” es
lo que realmente importa, y es a lo que más debemos prestarle atención. “El ser es lo realmente más importante”. Recuerda
siempre éstos dos términos: el tener y el ser, de aquí nace el equilibrio energético
que debemos trabajar internamente para crear prosperidad y abundancia.
Tu deseo de tener dinero y riqueza no debe
nacer del ego ni de la avaricia, más bien debe nacer del compartir y de dar
todo por los demás y por tu familia.
El ser es nuestro yo interior, nuestros
valores, los ideales por los cuales luchamos, todo lo bonito que emana de
nuestra alma y de lo cual debemos trabajar arduamente para que sea lo mejor que
brote de nosotros como seres humanos hacia los demás. ¿Te gustaría ganarte el
cielo?, si es así empieza ya a trabajar en tu “ser interior” y entrégate a los
demás sin esperar nada a cambio.
¡No hay nada más gratificante como el dar sin
recibir!
Usa tu dinero correctamente mediante una buena
administración de tus finanzas y que dentro de él estipules un porcentaje para
ayudar al planeta, a la comunidad, a las personas más necesitadas, a los niños,
a tu familia, o a lo que te motive a dar con la esperanza de contribuir a un
mundo mejor.
Dicen las escrituras bíblicas: “Procuren entrar
al Reino de Los Cielos por la puerta angosta, porque les digo que muchas
querrán entrar, y no podrán”
¡Cuida tus finanzas, pero trabaja fuertemente
en tu Corazón!