¿Sabías cuánta importancia tiene la forma en la que hablas sobre tus finanzas?, ¿Te has puesto a pensar alguna vez en que hay palabras que te atraen riqueza o pobreza?
Las palabras que usamos diariamente para describir situaciones relacionadas a dinero tienen un efecto significativo sobre nuestras finanzas y sobre las formas con las cuales atraemos prosperidad, abundancia o todo lo contario.
Una amiga de nuestro grupo Arelys Lucía, quien es numeróloga integral con más de 20 años de experiencia, psicóloga social e instructora de meditación, nos ha enviado un escrito muy interesante sobre el poder que tienen las palabras sobre el dinero.
Te lo compartimos, ¡espero te guste!, y te retamos de ahora en adelante a cambiar esas palabras negativas, y reemplazarlas por palabras positivas. Realiza este ejercicio cuantas veces puedas con la finalidad de que tu mente a través del positivismo vaya abriendo caminos que te traigan abundancia económica y prosperidad financiera.
Recuerda que tú tienes el poder de evolucionar y transformar tu entorno, solo necesitas tomar acción y ejecutar. Para nosotros, la educación financiera también incluye programar la mente hacia su mejor desenvolvimiento; una mente y un lenguaje positivo atrae lo bueno, y lo bueno y grandioso para ti es lo queremos para tu vida financiera.
Aquí te dejamos el escrito, presta atención y analiza con cuidado el siguiente artículo:
La pobreza se ha metido en nuestras conversaciones, la pobreza nos habla al oído. Una mujer recibió un dinero y lo puso sobre la mesa de su sala. Su hijo de 7 años tomó los billetes y ella le dijo: “deja allí esa plata, es para pagar” …. He observado que esa mujer siempre que recibe dinero dice lo mismo: es para pagar……. Sin saberlo, esa mujer está programando su mente para creer que el dinero es para pagar. En consecuencia, su vida económica, esencialmente, se reduce a eso: a estar pagando. Ella le está diciendo a su mente: “la plata es para pagar, la plata es para pagar, la plata es para pagar”, entonces su mente le cree y empieza a trabajar para que así sea: crea dudas y se hace de gastos innecesarios, ¿por qué?, ¡por que el dinero es para pagar!
Una de las expresiones más usadas es “poco a poco”. Cuando las personas empiezan algo, exclaman: “vamos a avanzar poco a poco”. La palabra poco significa escaso. ¿Qué imagen ve usted cuándo escucha la palabra poco? Preste atención a esto: “Lo haremos poco a poco versus lo haremos paso a paso”. La segunda expresión es más edificante, construye un cuadro mental de más fuerza.
Otra expresión usada con mucha frecuencia es “NECESITO”. Esa palabra significa CARENCIA. ¿Qué ves o qué sientes cuando escuchas la palabra necesito? Necesito un trabajo, necesito dinero, necesito mejorar, necesito apoyo, me falta cambiar. Cambie su lenguaje, diga: quiero dinero, quiero mejorar, quiero apoyo, quiero cambiar.
El sólo hecho de pronunciar las palabras desde una posición activa desde una posición de voluntad, ya cambia tus cuadros mentales.
Otra expresión muy usada es: “voy a tratar”. Tratar es intentar. Alguien decía: ¡estamos cansados de los tratadistas! Se precisa de gente que lo haga. Es tan simple decir: “lo haré, y si no puedes o no quieres hacerlo, sencillamente di: “no lo haré”. El mundo no se viene abajo, el mundo sigue su curso: no pruebes suerte, no lo hagas para ver cómo te va.
Ganadores creen que, si algo va a pasar, es porque ellos hacen que pase.
Así cada vez que dices voy a tratar, estas acostumbrando a tu mente a intentar, a negociar. No negocies con tu mente, sólo dale las órdenes. La mente obedece.
Otra expresión del vocabulario de la pobreza es: “vale la pena”. Pena es tristeza, pena es dolor, pena es angustia. Lo que vas a hacer no vale la pena, vale el esfuerzo. Vale la alegría.
Hay que prestarle atención a las palabras. Una palabra es un pensamiento hablado, un pensamiento es una palabra en silencio. Las palabras crean ideas, las palabras crean sensaciones, lo que escuchas puede determinar lo que sientes. Las palabras crean cuadros mentales.
Un consejo popular dice: “piensa antes de hablar”. La verdad, no obstante, es que nadie puede hablar sin pensar. Cuando alguien dice algo sin pensarlo, en realidad lo pensó sin darse cuenta: fue un proceso que ocurrió en su subconsciente y que pasa inadvertido. Es casi automático.
Del mismo modo que nadie puede dar lo que no tiene, nadie puede expresar lo que no piensa. Incluso el acto de mentir exige un nivel de pensamiento.
Las palabras tienen poder porque cuando son escuchadas, la mente, tanto del que las escucha como del que las pronuncia, las convierte en imágenes. Cada palabra la hemos asociado a una imagen y a una determinada sensación.
Por ejemplo, cuando usted escucha la palabra avión, lo más probable es que su mente vea un avión que incluso lo vea volando. Cuando escuchas la palabra manzana, ves una manzana.
Las palabras crean imágenes y esas figuras mentales amplifican lo que somos, tienden a acentuar nuestros sentimientos más básicos: recuerde: “las palabras son decretos”.
Está en el libro de Proverbios, escrito por el Rey Salomón: “la muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. Otra traducción dice: “Quien habla del bien, del bien se nutre”.
Cuando usted escucha con detenimiento el vocabulario de la mayoría de las personas, lo que encontrará son palabras de escasez. Al ser pronunciadas constantemente esas palabras son semillas de pobreza: ojalá, vamos a ver, hay que probar suerte…… Pobreza mental, pobreza en el vocabulario, cambia tu chip y tu vida cambiará. Dicen las escrituras: “De la abundancia del corazón habla la boca”.